Ciudad del Vaticano, 26 de abril de 2025 – En un gesto cargado de simbolismo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sostuvieron una reunión de 15 minutos en la Basílica de San Pedro, minutos antes del funeral del Papa Francisco. El encuentro, descrito como “muy productivo” por la Casa Blanca y “potencialmente histórico” por Zelenski, marcó un intento por relanzar las negociaciones para un alto el fuego en la guerra entre Ucrania y Rusia, en un momento crítico para Kiev.

Un diálogo en un escenario solemne
La reunión tuvo lugar en el marco del funeral del Papa Francisco, un evento que congregó a 200,000 personas y 130 delegaciones internacionales. El legado de Francisco, ferviente defensor de la paz, dio un peso especial al encuentro. Sin asesores presentes, Trump y Zelenski discutieron la protección de civiles, un cese total de hostilidades y garantías para evitar futuros conflictos.
Zelenski, en un mensaje en Telegram, expresó optimismo: “Si esta reunión trae resultados concretos, será histórica para Ucrania y la paz mundial”. La Casa Blanca, a través del portavoz Steven Cheung, calificó el diálogo como “un paso adelante” y prometió más detalles en los próximos días.
Un contraste con el pasado

El encuentro en el Vaticano representa un giro significativo tras el enfrentamiento del 28 de febrero en la Casa Blanca, donde Trump y el vicepresidente J.D. Vance acusaron a Zelenski de ingratitud y de obstaculizar un alto el fuego que implicaría ceder territorios a Rusia. Aquella reunión, que buscaba un acuerdo económico sobre los recursos minerales de Ucrania, terminó en una discusión pública y la expulsión de la delegación ucraniana. Días después, Trump suspendió temporalmente la ayuda militar a Ucrania, una decisión que dejó a Kiev en una posición vulnerable frente a los avances rusos en el Donbás.
Presión por un alto el fuego
Trump, quien ha prometido un acuerdo de paz antes de cumplir 100 días en el cargo, reiteró su compromiso con un alto el fuego incondicional. En un mensaje en Truth Social tras la reunión, criticó al presidente ruso, Vladimir Putin, por recientes ataques en Kiev y sugirió posibles sanciones bancarias contra Moscú, un cambio respecto a su retórica previa, más dura con Zelenski. Sin embargo, su propuesta de reconocer el control ruso sobre Crimea y territorios ocupados desde 2014 sigue siendo un punto de fricción. Zelenski, por su parte, insiste en que la constitución ucraniana prohíbe ceder territorio y exige garantías de seguridad, como la integración a la OTAN.
Líderes europeos presentes en el funeral, como Starmer y Macron, respaldaron a Zelenski y abogaron por un alto el fuego con condiciones que protejan la soberanía ucraniana. La suspensión de la ayuda estadounidense en marzo ha intensificado los esfuerzos de Europa para rearmar a Ucrania, aunque con limitaciones para igualar el apoyo previo de Washington.
Reacciones y perspectivas
El ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha, celebró la reunión en X como “un momento histórico para la paz”. En Ucrania, la noticia fue recibida con cautela, mientras el público y los parlamentarios exigen resultados tangibles. En Washington, la Casa Blanca enfrenta críticas de algunos legisladores republicanos que consideran que Trump está cediendo demasiado terreno a Rusia, y de demócratas que acusan al presidente de debilitar a Ucrania.
El Kremlin, que ha guardado silencio, se beneficia políticamente de las divisiones entre Ucrania y sus aliados. Analistas sugieren que Putin podría aprovechar la presión sobre Zelenski para consolidar ganancias territoriales, que incluyen cerca del 20% del territorio ucraniano, incluida Crimea.
Un camino incierto hacia la paz
La reunión en el Vaticano, aunque breve, fue un gesto diplomático clave para reparar la relación entre Trump y Zelenski, fracturada tras la reunión de febrero. Sin embargo, las diferencias fundamentales persisten: Trump busca una solución rápida que podría favorecer a Rusia, mientras Zelenski defiende la integridad territorial y garantías de seguridad a largo plazo. El éxito de este diálogo dependerá de las negociaciones en las próximas semanas, en un contexto de crecientes tensiones en el frente y presión internacional por la paz.
Mientras la guerra en Ucrania se acerca a su cuarto año, el mundo observa con esperanza, pero también con escepticismo, si este encuentro en la Ciudad Santa logrará acercar a las partes a una solución duradera.